Cuando recibí el mohair de Casasol y Tintica me enamoré, eran dos preciosas nubes de algodón de azucar, suaves y maravillosas, así que el patrón debía estar a su altura. Le di muchas vueltas, muchas pruebas, sobretodo para ajustar el tamaño del ganchillo, ya que el diseño lo tenia en la cabeza bastante definido, al final decidí tejerlo con aguja del 2,5, la caída y la textura resultante eran las que más me convencían.
Tintica ha teñido el mohair con manzanilla, por eso me he decantado por este color, suave y romántico, eso me inspiró también para el diseño y el nombre, la flor de la manzanilla es lo que he intentado reflejar tanto en las partes centrales de delantero y espalda como en una manga, y es que la planta de la manzanilla es muy especial para mi, en mi infancia mi abuela la plantaba cada año, la recogía y la dejaba secar al sol al principio y después muchos días más a la sombra hasta que se recogían en botes solo la flor seca, eso era lo que se echaba al agua hirviendo que después se colaba…. no os podéis imaginar lo sabrosa que estaba esa manzanilla, con un poco de azúcar resultaba un manjar similar a un refresco.
No siempre pasa pero esta vez, quizás por lo que os he contado antes, ya me gusto el resultado nada mas empezar, ansia era lo que corría por mis venas por verlo terminado, cuando avanzas en un proyecto y cada vez te gusta mas el disfrute tejiendo se multiplica por mil, yo diseño lo que me gusta, lo que no encuentro en tiendas, lo que me pondría un día sí y otro también.
Cuando lo terminé y me lo probé mi satisfacción fue máxima, y quizás no debería decirlo pero me encanta, resulta dulce, romántico y encantador, además de que sienta de maravilla estilizando el cuerpo, y ¡eso no es fácil mis lunares!
Espero que os guste tanto como a mí y disfrutéis tejiéndolo tanto como yo creándolo …. Os dejo el patrón en mi tienda, es un PDF de 16 páginas con instrucciones vuelta p0r vuelta, fotos, gráficos de puntos y videos explicativos.
¡A bailar con las manos!